domingo, 7 de septiembre de 2014

Una promesa de exportacion La Guanabana


Su apariencia externa cubierta de suaves espinas contrasta con su pulpa blanca, cremosa y jugosa. Así es la guanábana, un fruto que se produce en Centroamérica, Caribe y también en Sudamérica. Según el Iniap, en el país existen 250 ha de la fruta. La producción mejora con fertilización, riego y cuidado sanitario.


En Ecuador esta fruta se cosecha principalmente en Guayas y Santa Elena y El Oro, en donde se calcula que ahora existen unas 120 hectáreas (ha) sembradas. También hay sembríos en las otras provincias de la costa como Manabí, Esmeraldas y El Oro. En la Amazonía cuentan Pastaza y Napo.



Según Ricardo Moreira, jefe del programa de fruticultura de la Estación experimental del Litoral del Instituto Nacional Autónomo de Investigaciones Agropecuarias (Iniap), en el país existen cerca 250 ha de guanábana sembradas entre cultivos tecnificados y aislados. Dentro del primer grupo se contabilizan 150 ha.

Para Moreira, la tecnificación de los sembríos de esta fruta resulta clave. 1 hectárea con plantas de 12 años en adelante y que cuente con fertilización, riego y cuidado sanitario puede producir entre 30 y 40 toneladas anuales. En cambio, la misma hectárea, sin tecnificación, alcanza solo 10 toneladas de guanábana por año.

Según datos del Iniap, al año se producen cerca de 3 000 toneladas de guanábana fresca que se consumen en el país.

Las exportaciones de esta fruta que crece en suelo tropical son marginales. Según el Banco Central del Ecuador, en el 2007 se exportaron 120 kilogramos (kg) a España; en el 2008 la cifra subió a 5 300 kg, enviados también a España; pero en el 2009 la cifra cayó a solo 20 kg enviados a Estados Unidos.


Pedro Díaz produce esta fruta desde hace cuatro años en Borbón (provincia de Esmeraldas). Este productor y comerciante de guanábana entrega entre 600 y 800 kg de guanábana en mercados y en una empresa de catering en Quito. Por cada kilogramo cobra USD 1,20.

Díaz comenta que la principal bondad del producto es que crece de forma natural, no necesita abono y tiene un elevado grado de dulzura.

El reto de los productores es, según Moreira, ganar espacio en el mercado con la elaboración de productos derivados. “La guanábana -añade este técnico- es un fruto no tradicional con potencial de desarrollo. Su consumo interno ha crecido y ahora se debe pensar en llegar con altos volúmenes a otros países”.

Obtener derivados, como pulpa congelada, yogur y mermeladas, es otra alternativa que recomienda el representante del Iniap. La empresa guayaquileña PalFrut, por ejemplo, elabora pulpa congelada de guanábana desde hace ocho años. Jenny Rivera, coordinadora de Ventas, cuenta que bajo esta presentación existe aceptación en Guayaquil, Manta y Loja. 













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