Con una paleta de madera sube al camión para empujar maracuyá que llega de Manabí. Es la primera carga del día que atiende José Zambrano, el miércoles 26, en una planta de la vía a Daule que procesa la fruta para extraer jugo y concentrado.
La descarga de 10.500 kilos se vuelve ágil con el camión trepado en una plataforma, desde la cual se desliza la fruta hacia una banda mecánica que la lleva directo a un silo. La cosecha está en uno de sus ciclos altos en varias zonas de la Costa.
Y en las agroindustrias, que captan la mayor parte de la producción para procesarla y enviarla a las industrias extranjeras que usan el maracuyá como base de sus productos terminados, hay optimismo. “Se viene una cosecha mejor que la del año pasado”, afirma José Miguel Aguilar, gerente de Agro Industrial Fruta de la Pasión.
Cuenta que hay condiciones para lograr una mayor exportación por la disponibilidad de fruta, a diferencia de los dos últimos años cuando la cosecha cayó. En ese escenario, Ecuador podría terminar el 2014 exportando “el equivalente a unos $ 100 millones”, dice Aguilar.
Con una mejor producción, que en el sector se proyecta que sea mayor a 100 mil toneladas de fruta fresca (casi el doble que el 2013), Ecuador seguirá garantizando este año su liderazgo como el primer proveedor de jugos y concentrados de maracuyá, que en Europa y Estados Unidos se la conoce como la passion fruit.
Marcos Velásquez, gerente de la planta de Tropifrutas en Quevedo, explica que los precios en el mercado internacional “han estado buenos” y eso permite que la materia prima local sea remunerada de una mejor manera. Ello, a su vez, sirve de incentivo para que el agricultor retome el cultivo.